125º aniversario del regreso de los agustinos recoletos a Granada
13.02.2024 - 13:48:26 | 3 minutos de leitura
El sábado 10 de febrero, se celebraba solemnemente la Eucaristía en honor a los 125 años de regreso de los Agustinos Recoletos a Granada. La Eucaristía fue presidida por Mons. José María Gil Tamayo, Arzobispo de Granada, y participaron numerosos religiosos, miembros de la Fraternidad Seglar y Archicofradía de la Consolación.
Los agustinos recoletos estuvimos presentes en la archidiócesis de Granada desde 1614 hasta 1835. En la primera de esas fechas, se produjo la fundación del Convento de Nuestra Señora de Loreto, en el Albaicín, justo enfrente del actual convento Santo Tomás de Villanueva de monjas Agustinas Recoletas; tres años después se fundaba el convento de San Juan Bautista de Santa Fe, solar ahora repartido entre las comunidades de hermanas de la Compañía de María y Concepcionistas de la enseñanza. La última de las fechas señaladas se refiere a la desaparición de ambos conventos, debido a una de las leyes de desamortización de propiedades religiosas y de exclaustración de sus moradores.
Fruto de esta ley, la actual Orden de Agustinos Recoletos quedó reducida a una casa de formación en Monteagudo (Navarra) y a las misiones que la Orden atendía en Filipinas.
Sin embargo, la zozobra llegó de nuevo cuando el siglo XIX estaba a punto de acabar. El proceso de revolución e independencia de Filipinas obligó, entre los años 1898 y 1900, a la salida de casi 200 de nuestros religiosos de las Islas Filipinas. Parte de ellos encontraron nuevos campos de misión en Colombia, Venezuela, Panamá y Brasil. Otros tuvieron que refugiarse en los conventos de Monteagudo y Marcilla (Navarra). Ante el elevado número de religiosos acogidos en esos dos conventos y la imposibilidad de poder encontrar un trabajo pastoral para todos ellos, el superior general de la época abrió nuevas casas en España, llamadas entonces residencias, donde un pequeño grupo de religiosos podía vivir la vida comunitaria propia del carisma agustiniano y, a la vez, servir a las Iglesias locales por medio de la predicación.
La residencia de Granada fue la primera. El superior general tenía amistad con un personaje muy ligado a la ciudad de Granada y su provincia: D. Isidoro Pérez de Herrasti, conde de Antillón. Fue este quien realizó las gestiones oportunas para que les fuera asignada a los agustinos recoletos la casa e iglesia del antiguo Hospital del Corpus Christi, conocido popularmente con el nombre de Hospitalicos. Dicha asignación la procuró el arzobispo de la época, Excmo. Sr. D. José Moreno Monzón, el 11 de febrero de 1899.
La noticia de llegada de los agustinos recoletos a Granada pronto se conoció en toda la archidiócesis. E inmediatamente las monjas agustinas recoletas nazarenas de Motril mostraron su interés por que los agustinos recoletos abrieran una casa en dicha ciudad. Al cabo de tres meses de gestiones, el Excmo. Sr. Arzobispo les asignó la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, el 12 de mayo del mismo año 1899.