Celebrando 125 Años de Legado Agustino Recoleta: Un Camino de Gratitud y Esperanza

Con mucha emoción, la Familia Agustino Recoleta se reunió para conmemorar el 125 aniversario de la llegada de los primeros frailes agustinos recoletos a Venezuela. Unidos en espíritu y corazón, resonó una sola voz proclamando con alegría "125 años, un legado de gratitud y esperanza". Este día fue una manifestación vibrante del amor que, siguiendo la enseñanza de San Agustín, une a muchas almas en una sola (Cf. TEJ 14,9).

El Amor, en su expresión más elevada, continúa siendo la fuerza impulsora que aviva los corazones de aquellos que se sienten tocados por el carisma agustino recoleto. Más de un siglo después, la llama de esta celebración ilumina la esperanza en medio de las adversidades venezolanas, recordándonos que el llamado a "más" persiste y nos invita a la acción y a la opción. En este aniversario, se destaca el compromiso que va más allá de una simple labor; es una vocación compartida por los Frailes Agustinos Recoletos, las las Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús, las Juventudes Agustino Recoletas, las Misioneras Agustino Recoletas, las Fraternidades Seglares Agustino Recoletas, ARCORES Venezuela y todos aquellos corazones inquietos que responden al llamado de este hermoso carisma.

Este compromiso se traduce en esparcir lo concebido en el corazón y en optar por dar lo mejor de sí para construir el reino, un reino que anhela y necesita esperanza. La celebración no solo es un recuerdo del pasado, sino un llamado a la acción presente y futura. Es un recordatorio de que el legado agustino recoleto es un faro que guía en tiempos de incertidumbre, una inspiración para ser instrumentos de la gracia divina y encender los corazones de aquellos que buscan un propósito más profundo. El compromiso de estos 125 años es un testimonio vivo de la capacidad transformadora del amor y la esperanza.

En medio de desafíos y cambios, la Familia Agustino Recoleta sigue siendo un faro de luz que guía a muchos hacia una comunidad unida y solidaria, sirviendo como medio para que la gracia del Señor alcance a aquellos que buscan nutrir sus corazones con autenticidad y propósito. Así, con una memoria agradecida y la mirada puesta en el futuro, la celebración de estos 125 años de legado agustino recoleto resuena como un eco de gratitud y esperanza, recordándonos que el amor y la entrega siguen siendo la esencia de este camino compartido.

En esta jornada, renovamos nuestro compromiso de ser portadores de luz y esperanza para los años venideros. Que estos 125 años sirvan como cimiento sólido para construir un futuro lleno de significado y servicio, manteniendo viva la llama de la recolección agustiniana por generaciones. ¡Que la gratitud y la esperanza sigan iluminando nuestro camino y guiándonos hacia nuevos horizontes de amor y servicio.