La Parroquia Nuestra Señora de la Consolación celebró su 55º aniversario

Fray Nicolás Vigo | Dircom provincial | La Parroquia de Chiclayo (Perú), Nuestra Señora de la Consolación, celebró su 55º aniversario el sábado 17 y el domingo 18 de septiembre.

La Madre de la Consolación reunió a sus hijos nuevamente, después de que se habían alejado de las fiestas debido a la pandemia que afectó de forma especial a esta ciudad del norte de Perú.

El entusiasmo de los fieles de la parroquia se dejó ver en las diferentes actividades que se realizaron para conmemorar esta efeméride.

Durante las vísperas de la fiesta, se tuvo una solemne Eucaristía en la casa de los religiosos agustinos recoletos, ya que el templo parroquial se encuentra en obras.

La Patrona de la parroquia salió cargada en un anda y fue llevada hasta los jardines de la parroquia en donde se celebrarían las actividades conmemorativas.

Durante la noche la banda de música de la Policía Nacional del Perú fue la encargada del homenaje. Este fue acompañado por fuegos artificiales que emocionaron a los asistentes.

Durante el día, la comunidad parroquia se volcó a la parroquia a disfrutar de un día familiar. Primero la misa, después la fiesta.

Los chiclayanos participaron de las actividades programadas con el fin de recoger fondos para terminar las obras que se ejecutan en la parroquia.

Por ello, la kermese, los juegos, el festival de dulces, entre otras, atrajeron a los asistentes quienes disfrutaron de un día familiar y comunitario, en medio de orquestas, cantantes, bandas y la participación especial de los jóvenes de la escuela de danzas Kuntur Phaway, de los Agustinos Recoletos de Chota, quienes viajaron para estar presentes en la fiesta de la comunidad de Chiclayo.

Durante esta fiesta se apreció el entusiasmo, la colaboración y el regreso de muchos fieles a la vida de la parroquia, quienes, de este modo, superaron el temor que imponía la Covid-19.

Por su parte, el párroco de Nuestra Señora de la Consolación, fray Marcio Virgolino, resaltó la integración y el entusiasmo de la comunidad parroquial, así como su colaboración para terminar las reformas que se llevan a cabo en el templo parroquial.