Las iglesias en Venezuela vuelven a abrir sus puertas
11.11.2020 - 13:16:40 | 4 minutos de leitura
Fray Roberto Mason | A mediados del mes de marzo de 2020, con ocasión de la aparición del Coronavirus en Venezuela, pensando en preservar la vida de nuestro ya sufrido pueblo y siguiendo las Líneas de Prevención emanadas desde la Conferencia Episcopal Venezolana, los obispos tomamos la dolorosa decisión de cerrar los templos y suspender todo acto de culto público que implicase la posibilidad de convertirse en foco de contagio. El primer día de cierre de las iglesias en todo el país fue el lunes 16 de marzo. A partir del lunes 2 de noviembre, las iglesias vuelven a abrir sus puertas en el esquema proprio del país, el “7+7”.
Venezuela tiene un esquema específico en el trato de la cuarentena. Después de 2 meses y medio en cuarentena, en el 1° de junio comenzó a regir en el país el esquema llamado “7+7”, que contempla que durante 7 días se reactivan algunos sectores económicos (llamada “semana de flexibilización”) y luego hay 7 días de cuarentena radical donde solo operan algunos sectores esenciales (llamada “semana radical”). Sin embargo, este esquema ha sufrido unos ayustes desde su inicio y no se aplica por igual a todo el país. Bajo el esquema de 7+7, el lunes 2 de noviembre inició una nueva semana de flexibilización en la que se activarán más de 50 sectores económicos y sociales, algunos de ellos por primera vez desde el inicio de la cuarentena social, y se incorporan sectores adicionales del comercio, servicios, industrial, esparcimiento y las iglesias y templos.
Las distintas religiones empezaron a abrir sus templos durante la semana de flexibilización. La reapertura de los templos es resultado de un consenso con los representantes de las religiones que hacen vida en el país, quienes tras varias reuniones firmaron un instructivo de todas las medidas de restricción y bioseguridad a implementar, el cual fue sometido al visto bueno de las autoridades del gobierno. Así, cuando el país entre en cuarentena radical, las iglesias permanecen cerradas. Pero no se trata de abrir los templos de manera mecánica, sino proseguir la actividad eclesial de culto y otras actividades de forma presencial, con participación de la feligresía de forma ordenada, cumpliendo con los protocolos de bioseguridad emanada por la CEV y la autoridad sanitaria. La realización de bautizos, primeras comuniones y matrimonios se evaluarán, según el régimen, durante el primer trimestre de 2021.
Aún que cerrados a lo largo de casi ocho meses, de meados de marzo a finales de octubre, esto no significó que la acción eclesial se detuviese en nuestras parroquias. Son múltiples las iniciativas que se han desplegado con el fin de acompañar a nuestro pueblo en este momento de particular tribulación. Los medios de comunicación local, regional y nacional (TV, radio, internet) han utilizado sus plataformas para que desde y a través de ellos el mensaje salvador de Jesucristo del cual es portador la Iglesia, llegase a los hogares. Específicamente, las nuevas tecnologías y redes sociales se han convertido en los “nuevos tejados” desde los cuales se proclama la Buena Noticia y la alegría que ella conlleva. Y a lo largo de estos casi ocho meses, también la acción social de la Iglesia se ha hecho sentir gracias al trabajo de las Caritas parroquiales existentes, de los movimientos de apostolado seglar y de las alianzas que comunidades parroquiales.
Específicamente, las ollas comunitarias e iniciativas de comedores parroquiales se han multiplicado y no han cesado en ningún momento de realizar su trabajo en favor de tantos niños, adultos y ancianos a quienes la difícil situación económica les tiene sumidos en la más absoluta miseria y pobreza.
La iglesia mantuvo sus templos cerrados por casi ocho meses; y mantuvo el corazón abierto todo el tiempo, como suele hacer todos los días del año.