60 años de ordenación sacerdotal de Fr. José Luis Guaglianone

El pasado viernes, 01 de noviembre, Fr. José Luis Guaglianone celebró junto con los frailes de la vicaría y fieles de la parroquia Nuestra Señora de la Consolación, sus 60 años de ordenación sacerdotal. La eucaristía de acción de gracias fue presidida por el homenajeado y concelebrada por cuatro religiosos de la vicaría. También estuvieron presente, para apoyar en la liturgia, los formandos del seminario San Ezequiel Moreno. Después de la misa se tuvo un compartir con los fieles de la parroquia, que se aunaron a la celebración y acción de gracias por el sesenta aniversario del Fr. José Luis. Fr. José Luis Guaglianoni nació el 04 de marzo de 1925 en Buenos Aires, Argentina. Ingresó al seminario a la edad de 26 años, y fue ordenado sacerdote el 01 de noviembre de 1959 en Riberao Preto, Brasil. Luego fue destinado a la vicaría de Argentina, en la cual sigue hasta el día de hoy. Durante las seis décadas como sacerdote ha ejercido diferentes responsabilidades en todos los ministerios de la vicaría, como párroco, formador, prior, vicario, entre otras. Al celebrar su sesenta aniversario de vida sacerdotal, recuerda cómo es que decidió ingresar al seminario. Él formaba parte del grupo de acción católica de la parroquia de la Consolación. José Luis comenta que “en 1950, que fue año santo, junto con un compañero de acción católica, fuimos a ganar indulgencias a las iglesias que había que visitar en el centro de Buenos Aires. Entonces, fuimos caminando para ganar las indulgencias. Y en camino me dice mi amigo: ‘te voy a dar una noticia: voy a entrar al seminario, con los Agustinos Recoletos’. Oh, qué bien, cuánto me alegro, le dije. Pero me dijo: ‘tú también tienes que venir conmigo’. ¡Estás loco! Yo ni mamado (ni borracho) voy al seminario. Yo tengo mi vida hecha. Me dice, pero ‘el padre Carlos me dijo que te vio a ti también con vocación’. Eso me tocó, y me quedé con la inquietud”. Fue como le hubiesen tirado un dardo al corazón. “Entonces, fui a confesarme con un padre que conocía, y le dije: padre Ud. que me conoce bien, ¿le parece que yo tengo vocación para sacerdote? La respuesta se tiene que dar usted, me dijo. Con eso me puso entre la espada y la pared, y me puse de rodillas pidiendo a Dios y a todos los santos que me iluminaran y que aquí estoy”, agrega José Luis. Y al siguiente año ingresó al seminario con los Agustinos Recoletos. Ahora, al celebrar 60 años como sacerdote “veo en toda mi vida cómo sobresale la misericordia de Dios. Porque yo no soy ningún angelito. Sin embargo, el Señor me tiene aquí y me siento satisfecho de toda la vida sacerdotal que he vivido pastoralmente”, manifiesta José Luis. Se siente más satisfecho de los años que estuvo de formador en el seminario porque “dos de los que los he formado son obispos”, agrega. También, le suscitaba mucha alegría y emoción “las ordenaciones sacerdotales de los chicos que los he tenido en la formación. Porque he sentido que son fruto de mis esfuerzos, de mi participación en la formación”, manifiesta el homenajeado. Con sus más de noventa años también da su opinión sobre la vida de la vicaría, porque considera que está “muy desgastada. Somos muy pocos con muchas cosas. Si uno quiere trabajar, no falta trabajo, pero no podemos asumir demasiados compromisos” acata. Finalmente, manifiesta estar agradecido al Señor “por todos los años que me ha dado y que estoy en sus manos para cuando quiera”.