Fr. Darío Rubén es Consagrado obispo auxiliar de Mar de Plata

El sábado 28 de diciembre, a las 18 hs, Mons. Gabriel Antonio Mestre consagró al agustino recoleto Fr. Darío Rubén Quintana Muñiz como obispo titular de Bavagaliana y auxiliar de Mar del Plata.

La ceremonia tuvo lugar en la Catedral de Mar de Plata donde Mons. Gabriel Antonio Mestre, obispo de esta ciudad, consagró a Fr. Darío como obispo auxiliar, junto con 21 obispos procedentes de Argentina, Brasil y Perú. Entre ellos sobresalían Mons. Antonio Marino, obispo emérito de Mar del Plata; el agustino recoleto Mons. José Luis Azcona Hermoso, obispo emérito de Marajó, Brasil, y el Cardenal de Argentina, Mons. Mario Poli.

Más de 100 sacerdotes, tanto del clero diocesano, como de otras congregaciones, órdenes religiosas y frailes agustinos recoletos. Entre ellos estaba el Prior General de la Orden de Agustinos Recoletos, Fr. Miguel Miró Miró; el Prior Provincial de la Provincia de Santo Tomás de Villanueva, Fr. Miguel Ángel Hernández Domínguez; los vicarios provinciales de Argentina, España, Venezuela y Perú; y el vicario de la Provincia de San Nicolás de Tolentino. Y varios diáconos, seminaristas y religiosas de diferentes congregaciones.

Después de que el Prior General de los Agustinos Recoletos, Fr. Miguel Miró Miró, presentase a Fr. Darío Quintana para ser consagrado como obispo, y leído el Mandato Apostólico por Fr. Daniel Medina, vicario provincial de Argentina; el Obispo de Mar de Plata, Mons. Gabriel Mestre, interrogó al candidato al episcopado para luego proceder al rito de consagración.

Así, fue una ceremonia muy emotiva, en la que Fr. Darío fue ungido con el óleo sagrado y se le entregó los distintivos de obispo: anillo, mitra y báculo. Ante el intenso aplaudo del público, el rostro del nuevo obispo se llenaba de lágrimas de emoción y agradeciendo a Dios por la lección y consagración como obispo.

La catedral estaba repleta y rebosante de gozo y alegría de los fieles, conocidos y amigos del nuevo obispo. Muchos de los presentes eran de las parroquias agustino recoletas que se habían trasladado hasta Mar de Plata para presenciar la consagración episcopal, en agradecimiento por la labor que ha realizado Mons. Darío en algunas parroquias y por la amistad que tienen con muchos de ellos con su persona o con la familia recoleta.

Cabe hacer mención especial a su madre, doña Perla, que ha sido protagonista en la celebración y ha podido ver consagrado obispo a su hijo, que con lágrimas en los ojos se han fundido en un abrazo de amor y de ternura.

Hasta antes de ser nombrado obispo, ejercía de párroco en Nuestra Señora de Luján en San Andrés Golf, Buenos Aires y al trasladarse a la diócesis, el nuevo obispo manifestó que humanamente es algo muy fuerte porque “es un sentimiento distinto, no vengo de verano o a ver mi familia, sino que vengo a la diócesis de Mar de Plata, que tiene su sede en esta ciudad pero abarca 9 partidos. Esto implica la tarea del obispo auxiliar de hacer presente a Cristo a través de los sacramentos en acompañamiento con el obispo diocesano (Gabriel)”.

Pero al mismo tiempo se ha mostrado muy alegre y contento de llegar a una diócesis que conoce y “una iglesia que está en la preparación del sínodo diocesano, así que tengo que unirme a la pastoral que ya se viene trabajando, y al mismo tiempo impregnarme de las distintas tareas y proyectos que la diócesis tiene enfocadas a largo plazo”, agregó.

Las autoridades de los Agustinos Recoletos se mostraron agradecidos por la elección de un hermano más como obispo. El Prior General, Fr. Miguel Miró, decía que “es un sentimiento de gratitud por la confianza que el Santo Padre pone en nuestros hermanos agustinos recoletos, que es a la vez una tarea, una misión que, como hijos de San Agustín, tenemos referencias muy buenas de servicio y entrega a la Iglesia: Santo Tomás de Villanueva, San Ezequiel Moreno, Mons. Alfonso Gallegos, entre otros”. El Provincial, Fr. Miguel Ángel también manifestó su agradeciendo “porque al Papa Francisco le gustan las periferias y nuestra orden también es periférica, porque es una orden pequeña dentro de la Iglesia, pero el Señor se fija en los humildes, en lo pequeño, en lo pobre y quiere hacer su obra desde ahí. Y por eso, agradecemos al Papa Francisco que se acuerde de nosotros y nos mire con tanto cariño con la elección de hermanos nuestros como obispos”.

Primera misa

Al día siguiente de su consagración, Mons. Darío presidió la eucaristía en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, de los Agustinos Recoletos, en Mar de Plata. En esta parroquia, hace unos años, ejerció de párroco; además, fue el lugar donde creció y se formó en la fe. Es así que ahí se encuentra con amigos de la infancia, compañeros de colegio y hermanos recoletos. Por eso, cuando dirigía las palabras de agradeciendo a los presentes hizo la comparación de Jesús con la familia de Betania, lugar donde Jesús pasaba unos días con sus amigos, “así que para mí la comunidad religiosa y parroquial (de Fátima) será el lugar de ese encuentro fraterno, de descanso, de compartir cotidianamente la vida desde lo religioso y la amistad”, resaltó.

En esta misa le acompañaron algunos obispos, religiosos agustinos recoletos y otros sacerdotes del clero y congregaciones religiosas. Su madre junto con sus hermanos y otros familiares, amigos, conocidos y multitud de fieles también manifestaron su cercanía y amistad con su presencia.

Al finalizar la eucaristía, Mons. Darío, ofreció una ofrenda floral a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de Fátima, patrona de la parroquia, a la que encomendó su ministerio episcopal.

Arropado por el cariño y saludos de todos los presentes, se finalizó la celebración con un almuerzo fraterno en el salón del colegio San Agustín.

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Frei Darío Rubén é consagrado bispo auxiliar de Mar del Plata

No sábado, 28 de dezembro, às 18 horas, Dom Gabriel Antonio Mestre consagrou o agostiniano recoleto P. Darío Rubén Quintana Muñiz como bispo titular de Bavagaliana e assistente de Mar del Plata.

A cerimônia ocorreu na Catedral de Mar de Plata, onde o bispo desta cidade, bispo Gabriel Antonio Mestre, consagrou o P. Darío como bispo auxiliar, juntamente com 21 bispos da Argentina, Brasil e Peru. Entre eles, Dom Antonio Marino, bispo emérito de Mar del Plata; o bispo agostiniano recoleto José Luis Azcona Hermoso, bispo emérito de Marajó, Brasil, e o cardeal da Argentina, bispo Mario Poli.

Mais de 100 padres, tanto do clero diocesano, quanto de outras congregações, ordens religiosas e frades agostinianos recoletos. Entre eles, o Prior Geral da Ordem dos Agostinianos Recoletos, P. Miguel Miró Miró; o prior provincial da província de Santo Tomás de Villanueva, P. Miguel Ángel Hernández Domínguez; os vigários provinciais da Argentina, Espanha, Venezuela e Peru; e o vigário da província de San Nicolás de Tolentino. E vários diáconos, seminaristas e religiosos de diferentes congregações.

Depois do Prior Geral dos Agostinianos Recoletos, o P. Miguel Miró Miró apresentou o P. Darío Quintana para ser consagrado como bispo e lido o mandato apostólico pelo P. Daniel Medina, vigário provincial da Argentina; o bispo de Mar del Plata, Dom Gabriel Mestre, interrogou o candidato ao episcopado e depois prosseguiu com o rito de consagração.

Assim, foi uma cerimônia muito emocionante, na qual o P. Darío foi ungido com o óleo sagrado e recebeu os distintivos do bispo: anel, mitra e bastão. Antes dos aplausos intensos do público, o rosto do novo bispo estava cheio de lágrimas de emoção e agradecendo a Deus pela eleição e consagração como bispo.

A catedral estava repleta de regozijo e da alegria dos fiéis, conhecidos e amigos do novo bispo. Muitos dos presentes eram das paroquiais agostinianas que se dirigiram para Mar de Plata para testemunhar a consagração episcopal, em gratidão pelo trabalho que o bispo Dario realizou em algumas paróquias e pela amizade que têm com muitos deles com seus parentes. pessoa ou com a família recoleta

Menção especial deve ser feita a sua mãe, Dona Perla, que foi a protagonista da celebração e pôde ver seu filho bispo consagrado, que com lágrimas nos olhos se derreteu em um abraço de amor e ternura.

Mesmo antes de ser nomeado bispo, ele serviu como pastor em Nossa Senhora de Luján no San Andrés Golf, Buenos Aires e quando se mudou para a diocese, o novo bispo disse que humanamente é algo muito forte porque “é um sentimento diferente, não venho do verão ou para ver minha família, mas venho à diocese de Mar del Plata, que está sediada nesta cidade, mas abrange 9 repartições. Isso implica a tarefa do bispo auxiliar de tornar Cristo presente através dos sacramentos em acompanhamento com o bispo diocesano (Dom Gabriel). ”

Mas, ao mesmo tempo, ficou muito feliz por chegar a uma diocese que conhece e “uma igreja que está na preparação do sínodo diocesano, então eu tenho que me unir à pastoral que já está trabalhando e, ao mesmo tempo, impregnar-me das diferentes tarefas e projetos que a diocese focou a longo prazo ”, acrescentou.

As autoridades dos Agostinianos Recoletos agradeceram a eleição de mais um irmão como bispo. O prior geral, P. Miguel Miró, disse que “é um sentimento de gratidão pela confiança que o Santo Padre deposita em nossos irmãos agostinianos recoletos, que é uma tarefa e uma missão que, como filhos de Santo Agostinho, temos muito boas referências de serviço e entrega à Igreja: Santo Tomás de Villanueva, San Ezequiel Moreno, Mons. Alfonso Gallegos, entre outros ”. O Prior Provincial  P. Miguel Ángel também expressou sua gratidão “porque o Papa Francisco gosta das periferias e nossa ordem também é periférica, porque é uma ordem pequena dentro da Igreja, mas o Senhor olha para os humildes, para os pequenos, nos pobres e quer fazer o seu trabalho a partir daí. E por isso agradecemos ao Papa Francisco, que se lembra de nós e nos olha com tanto carinho pela eleição de nossos irmãos como bispos. ”

Primeira missa

No dia seguinte à sua consagração, Dom Darío presidiu a Eucaristia na paróquia de Nossa Senhora de Fátima, dos agostinianos recoletos, em Mar de Plata. Nesta paróquia, alguns anos atrás, ele serviu como pastor; foi também o lugar onde ele cresceu e se formou na fé. É lá que reencontrou com  amigos de infância, colegas de escola e irmão Recoleto. Portanto, quando ele se dirigiu às palavras de agradecimento aos presentes, ele fez a comparação de Jesus com a família de Betânia, onde Jesus passou alguns dias com seus amigos, “então para mim a comunidade religiosa e paroquial (de Fátima) será o lugar daquele encontro fraterno, de descanso, de compartilhar diariamente a vida dos religiosos e da amizade ”, afirmou.

Nesta missa, ele foi acompanhado por alguns bispos, religiosos agostinianos recoletos e outros padres do clero e congregações religiosas. Sua mãe, juntamente com seus irmãos e outros parentes, amigos, conhecidos e uma multidão de fiéis também expressaram sua proximidade e amizade com sua presença.

No final da Eucaristia, o bispo Dom Darío ofereceu uma oferenda floral à Virgem Maria sob a invocação de Nossa Senhora de Fátima, padroeira da paróquia, à qual confiou seu ministério episcopal.

Acompanhada pelo amor e saudação de todos os presentes, a celebração foi concluída com um almoço fraterno no hall da escola San Agustín. (Tradução: Frei Sérgio Sambl, OAR)